Kinga Szpuler
ostatnia część pracy magisterskiej o tłumaczeniach Ireny Kuran-Boguckiej, napisanej w tym roku pod kierunkiem profesora Piotra Sawickiego w Wyższej Szkole Filologicznej we Wrocławiu. Również Memento ukazało się w obu językach, a po raz pierwszy po polsku w Polsko-Niemieckiej Edycji Literackiej WIR, w tomie Poetki z ciemności – Dichterinnen aus dem Dunkel (Berlin 1995). Wiersz został przez nas użyty, gdy publikowaliśmy w prasie nekrolog Mamy; został też umieszczony przez architekta Jacka Krenza na murze Cmentarza nieistniejących cmentarzy w Gdańsku, przywołuje go też stała wystawa w Ratuszu Schöneberg w Berlinie – Wir waren Nachbarn, o co zadbał księgarz i wydawca berliński Wojciech Drozdek.
Memento de Mascha Kaléko (1957)
Memento
Vor meinem eignen Tod ist mir nicht bang,
Nur vor dem Tode derer, die mir nah sind.
Wie soll ich leben, wenn sie nicht mehr da sind?
Allein im Nebel tast ich todentlang
Und laß mich willig in das Dunkel treiben.
Das Gehen schmerzt nicht halb so wie das Bleiben.
Der weiß es wohl, dem gleiches widerfuhr;
Und die es trugen, mögen mir vergeben.
Bedenkt: den eignen Tod, den stirbt man nur,
Doch mit dem Tod der andern muß man leben.
(Slaska 2013)
Memento
Ja mojej własnej śmierci wcale się nie boję,
A tylko śmierci ludzi, którzy są mi bliscy.
Jakże mam żyć, jeżeli porzucą mnie wszyscy?
We mgle, błądząc samotna, szukam śmierci swojej,
I chętnie w ciemny mrok przyjmę wygnanie.
Odejście boli dwakroć mniej, niż pozostanie.
Ci wiedzą to najlepiej, którzy to spotkali.
Ci, co to znieść umieli, niechże mi wybaczą.
Pomyślcie, jak dni własnej śmierci mało znaczą,
Lecz ze śmiercią najbliższych musimy żyć dalej.
(Slaska 2013)
El poema Memento, tan significativo y emocionante, no requiere mucho comentario. Cuenta las verdades las cuales compartimos todos, más tarde o más temprano, durante nuestra vida. Lo más doloroso de la existencia humana es tener que sobrevivir la muerte de las personas que amamos. Nos cae bastante difícil separar la voz de la autora del yo poético del texto: son las mismas personas. Kaléko describe lo todo con las palabras sencillas, anda sin rodeos.
El texto consta de tres estrofas, dos primeras de tres versos y la última de cuatro. Las rimas están situadas de manera interesante, se riman las palabras: “bang; todentlang”, que terminan los primeros versos de dos estrofas. Además hay rimas en el segundo y tercero verso: “sind; sind” y “treiben; Bleiben”. En la tercera estrofa las rimas se cruzan y tienen la estructura abab. En cada línea encontramos diez u once sílabas, por eso el texto parece bastante armonioso.
En la primera estrofa el sujeto lírico constata que no teme su propia muerte, solo la de las personas más cercanas; no se imagina su vida sin ellos. En la segunda parte dice que le gustaría morir, porque esto, le doliera menos que quedarse viva. En la tercera estrofa encontramos una moraleja muy sabia e irónica: “Bedenkt: den eignen Tod, den stirbt man nur,/ Doch mit dem Tod der andern muß man leben.; Pomyślcie, jak dni własnej śmierci mało znaczą, Lecz ze śmiercią najbliższych musimy żyć dalej.”. Es tan simple como eso.
La traductora no pretende decir más que la autora del poema, todo lo contrario, busca las palabras más naturales para guardar la sabíduria y la sencillez del texto original. Los versos son un poco más largos, de once o trece sílabas. Otra vez tuvo que buscar las soluciones para algunas expresiones, como p.ej.: “Allein im Nebel tast ich todentlang”, es un neologismo muy original pero también claro para una persona que habla alemán. Esto significaría “errar y palpar a lo largo de la muerte”, como si la muerte fuera un camino que sentimos pero no lo podemos ver. Bogucka tradujo la expresión con mucho ingenio: “ We mgle, błądząc samotna, szukam śmierci swojej”. En las formulaciones como la mencionada el traductor no solo tiene que entenderla, sino sentirla. La moraleja de la estrofa final suena muy bien en la lengua polaca, entendemos el mensaje principal y sentimos este matiz de ironía en el texto.
Para terminar el análisis de los poemas citamos el comentario del blog de Ewa Maria Slaska, la hija mayor de la traductora:
Mi madre murió en el agosto de 1995. Hace 20 años. Miro con recelo lo que he escrito. 20 años, pienso, 20 años. Hace 20 años hablé con mi hermana por teléfono. -Escribe una nota necrológica- me dice Kasia. No tengo ningún ejemplo de cómo se escribe las notas, no tengo ni idea de lo que tuviera escribir, pero no lo discuto. A distancia de decenas de años escucho la voz de mi Madre
-Cuando no sabes que escribir, sírvete de una cita- un consejo de una madre inteligente para su hija haciendo deberes. (…) Ya lo sé que lo que estoy buscando es el Memento de Mascha Kaléko. (…) Escribí la nota, todos la reimprimieron. El poema de Mascha en la traducción de mi Madre se encontró en la losa de su tumba. Despúes de 20 años no se ve nada, sin embargo, sabemos que está allí. Mi Padre, que le acompanía a mi Madre a la hora de traducir los poemas de Mascha, decía que estaba fascinada por ella, como si después de muchos años hubiera encontrado a su hermana que nunca tenía. (Slaska 2013) [traducción propia: KS]
Irena Kuran-Bogucka, Xilografía del ciclo “Metopy barbarzyńskie”, 1964